viernes, 15 de julio de 2011

Thor

Por más que parezca una obviedad, un superhéroe lo conforman dos esencias no necesariamente vinculantes. Además de la noción de héroe, o aquel que puede realizar hazañas por encima del promedio humano, la idea de “super” nos remite no sólo a poderes sobrenaturales adquiridos con artilugios o cienca, u obtenidos por nacimiento, sino a usarlos por un bien superior. Por lo general, las películas de superhéroes llevan al conflicto de estas dos esencias, dando por resultado una historia de aprendizaje, donde el superhéroe es reducido a su condición mínima o punto flaco, es decir su naturaleza humana, y desde allí empezar una épica que lo lleve a aprender cómo ser primero un héroe (refiriéndome a sus cualidades humanas) y luego un superhéroe (aprendiendo a usar su poder para el resto y no para uno). Lógica que aparece en Superman II (1978), en los albores de este género, pero hasta películas como Batman Begins, Spider-Man 2, Iron Man, Hancock, etc.

Thor (2011) de Kenneth Branagh, sigue este camino al pie de la letra y es lo que la hace bastante previsible pero al mismo tiempo, caminar por un terreno seguro sin caer en excesos. Thor (Chris Hemsworth), es el príncipe heredero en Asgard, que tomará las riendas de su pueblo una vez que Odin (Anthony Hopkins) abdique el trono a su favor, en detrimento de su otro hijo, Loki (Tom Hiddleston). No obstante, el carácter impetuoso e irresponsable de Thor, pone en peligro a Asgard antes sus enemigos, los gigantes de hielo de Jötunheim. Por ello, Thor es exiliado a la tierra, Midgard si queremos seguir con términos mitológicos, donde deberá aprender a ser digno del poder de Thor. Al mismo tiempo, una serie de intrigas se llevan a cabo en Asgard mientras en la tierra, Thor aprende a las malas cómo ser un héroe defendiendo a sus nuevos amigos humanos y a su nuevo amor, Jane Foster (Natalie Portman). Una historia bastante simple pero bien hilvanada. Incluso se trazan vasos comunicantes con otras películas de Marvel, sobre todo con Iron Man, para el futuro proyecto de los Vengadores.


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Visualmente, Thor es impactante. La recreación de Asgard es majestuosa e imponente. Esto también se aplica a la imagen que proyectan los dioses. Thor lleva la apariencia de los comics en su reciente debut en el 2007 gracias a J. M. Straczynski y Oliver Coipel, y en general, todo el ambiente terrenal de la película guarda reminiscencias a lo que está en el comic. Sobre la performance de los actores, sería forzoso pedir que Portman vuelva a entregar una actuación sublime como en el Cisne Negro cuando aquí es un personaje secundario, lo mismo con Hopkins, cuyo Odin tiene una participación casi decorativa. Más que los actores, hay personajes que sí se desperdician y salen sólo para llenar un espacio de acá a 2 años, y me refiero a Hawkeye, la mayor decepción de la película, pero tampoco es para hacer un drama mayúsculo pues desviar la atención en él, podría haber confundido a algunos espectadores. Por tanto, la mirada se debe enfocar en el héroe y el villano principal.

Empezamos por el mejor personaje de la película, Loki. Hiddleston realmente da vida y personalidad propia a dios del engaño. Amalgama a su personaje entre la simpatía y el drama, recreando una heroicidad frustrada que impide hablar propiamente de maldad. Y esta tensión en su propia naturaleza, hace al personaje tan complejo y atrayente. Por otro lado, para ser un actor sin amplia trayectoria, Hemsworth da un producto interesante. Siguiendo el modelo de héroe contemporáneo, él mezcla algunos niveles de patanería con otros de nobleza. Tiene momentos de idiota y otros de héroe. Como una versión amateur de lo que hace Robert Downey Jr. Y como no quiero caer en el facilismo de tildar a su Thor de un bufón que termina por realzar la imagen del villano, por ello empecé diciendo que esta película está pensada como una historia de aprendizaje y eso es justamente lo que se produce y hacia donde dirige a Thor. Claro está, se pudo hace un periodo de transición menos jocoso, con un poco más de drama, más reflexivo, pero Thor no es Batman. Así de simple.



De tal modo, Thor es una película bastante divertida que entra en sintonía con las películas que hace Marvel, pensando en el público al que se dirige Marvel. Quizá el cuestionamiento va hacia cómo se hacen productos pensando en un proyecto mayor, The Avengers, y en ese sentido, a cómo se dirige y construye la subjetividad de los espectadores. Pero ese es un trabajo muy profundo para la ligereza y buen rato que me hizo pasar esta película. De Marvel, la pongo junto a Iron Man y Spider-Man 2 entre mis favoritas.

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