Pudor (2004) es la única novela que hasta hoy he leído de Santiago Roncagliolo y por mi experiencia, creo que debería buscar algo más de su obra. Cuando entro a una librería, se que debo evitar las carátulas, leer la mínima información a la espalda del libro y abrir una página al azar para conocer algo del mundo que te quieren vender.
Y qué personajes te vende Roncagliolo? "Un hombre que va a morir, una mujer que recibe anónimos pornográficos, un niño que ve cadáveres, un gato que quiere sexo, esa clase de gente". Me llamó la atención esa clase de gente porque las novelas peruanas nos bombardean con los esquemas de siempre, con la familia disfuncional, con los fotografías neo costumbristas, con la Lima de todos los días y nada más, sin decir absolutamente nada.
Y quizá eso me agrada de Pudor pues flexibiliza su entorno y comparte escenas de fantasía (el pobre gato, todo un héroe postmoderno o el hijo menor viendo al fantasma de su abuela) con problemas tan reales como el ostracismo del ser humano contemporáneo. No trato de relatar la historia, sólo decir que la recomiendo y me gusta porque no hace malabares para ser coherente ni parece tan diforzada para ser leíble. A estas alturas de mi vida, ya no creo que el arte sea bipolar, es decir bueno o malo, a lo mucho leíble. Me rectifico, no creo que algo sea totalmente bueno, pero hay cada mamarracho que sí es realmente malo y más si hablamos de literatura peruana. Por suerte esta novela trata de dar una propuesta propia y merece resaltarse.
Y qué personajes te vende Roncagliolo? "Un hombre que va a morir, una mujer que recibe anónimos pornográficos, un niño que ve cadáveres, un gato que quiere sexo, esa clase de gente". Me llamó la atención esa clase de gente porque las novelas peruanas nos bombardean con los esquemas de siempre, con la familia disfuncional, con los fotografías neo costumbristas, con la Lima de todos los días y nada más, sin decir absolutamente nada.
Y quizá eso me agrada de Pudor pues flexibiliza su entorno y comparte escenas de fantasía (el pobre gato, todo un héroe postmoderno o el hijo menor viendo al fantasma de su abuela) con problemas tan reales como el ostracismo del ser humano contemporáneo. No trato de relatar la historia, sólo decir que la recomiendo y me gusta porque no hace malabares para ser coherente ni parece tan diforzada para ser leíble. A estas alturas de mi vida, ya no creo que el arte sea bipolar, es decir bueno o malo, a lo mucho leíble. Me rectifico, no creo que algo sea totalmente bueno, pero hay cada mamarracho que sí es realmente malo y más si hablamos de literatura peruana. Por suerte esta novela trata de dar una propuesta propia y merece resaltarse.
Tags: Libros, Literatura, Pudor, Santiago Roncagliolo
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