Hulk está loco. Siempre lo supe y sus aventuras no me llamaban la atención. El universo Marvel también lo sabía y es por eso que los Illuminati, un grupo selecto de héroes integrado por Iron Man, Mr. Fantastic, Charles Xavier, Namor, Dr. Strange y Black Bolt, al no poder lidiar con Hulk deciden salomonicamente mandarlo a la.... galaxia más lejana. Chau Hulk, al menos eso pensaban.
Como casi todo en la vida del armatoste verde, todo salió mal y fue a parar en un planeta donde tuvo que luchar por si vida. Fue un esclavo, fue un gladiador, fue un guerrero, un salvador, un rey. Planet Hulk nos cuenta la aventura más trepidante creada para este personaje, desde su exilio, su guerra de libertad, su camino de redención y su victoria. Vamos, si Hulk se casa y va a tener un hijo. Es todo un ganador.
Aunque por momentos, me parecía estar leyendo una versión a la Marvel de Gladiador o Espartaco, digamos que algos faltos de imaginación los muchachos de Marvel, pero si dejamos esto de lado es una historia bastante entretenida. Analizándola un poco, nos muestra dos polos muy marcados, el malo intrínsicamente malo, como el Rey Rojo, emperador del planeta en cuestión que lamentablemente no es explotado al máximo. Es un personaje demasiado simple. Es totalmente malo, si eso existe, no tiene matices como un villano que se respete y eso le quita dimensión e interés.
El otro polo no es el del bien, sino el de la rebelión. Hulk, al contrario de lo que se puede pensar, no resulta tan unidimensional en su estúpida existencia de furia y golpe (Hulk smash!) ya que la aparición de Caiera, la sombra del Emperador, y el lazo que los une, nos brinda unos memorables momentos. Recomiendo ver al grupo de rebeldes de Hulk como un todo, tanto la pareja de Elloe y Miek como la de Hiroim y Korg son dignos de tomar en cuenta. La primera pareja nos acerca a un tema recurrente en cada conflicto bélico como lo es la intolerancia entre razas, credos y similares. El deseo de venganza del oprimido y la (im)posibilidad de coexistencia entre seres distintos. Llamo la atención a la solución que propone Hulk a la pelea entre ambos personajes, sin lugar a dudas uno de los momentos más sólidos de esta serie. La segunda pareja por el contrario nos brinda un matiz distinto, la empatía entre hermanos de guerra, la construcción de un sueño juntos sin importar las diferencias. De esta manera, reitero que este grupo de personajes debe ser entendido en su conjunto para apreciarlos en toda su dimensión.
Finalmente, Planet Hulk es una muy buena serie de Marvel, quizá no muy original pero sí llena de emociones bien trabajadas. El arte es bueno, la historia de la misma manera y mantiene la atención del lector en todo momento. El final de esta serie es de lo mejor y prepara de gran manera la continuación, World War Hulk, la Guerra Mundial que traerá de regreso al monstruo verde a la Tierra a masacrar a los Illuminati y a todos los que se crucen en su camino. Vamos, quien va a estar de buen humor si destruyen un mundo donde eres un rey, matan a tus amigos, a tu esposa y a tu hijo no nacido. Hey Hulk, yo no fui, eh?
Como casi todo en la vida del armatoste verde, todo salió mal y fue a parar en un planeta donde tuvo que luchar por si vida. Fue un esclavo, fue un gladiador, fue un guerrero, un salvador, un rey. Planet Hulk nos cuenta la aventura más trepidante creada para este personaje, desde su exilio, su guerra de libertad, su camino de redención y su victoria. Vamos, si Hulk se casa y va a tener un hijo. Es todo un ganador.
Aunque por momentos, me parecía estar leyendo una versión a la Marvel de Gladiador o Espartaco, digamos que algos faltos de imaginación los muchachos de Marvel, pero si dejamos esto de lado es una historia bastante entretenida. Analizándola un poco, nos muestra dos polos muy marcados, el malo intrínsicamente malo, como el Rey Rojo, emperador del planeta en cuestión que lamentablemente no es explotado al máximo. Es un personaje demasiado simple. Es totalmente malo, si eso existe, no tiene matices como un villano que se respete y eso le quita dimensión e interés.
El otro polo no es el del bien, sino el de la rebelión. Hulk, al contrario de lo que se puede pensar, no resulta tan unidimensional en su estúpida existencia de furia y golpe (Hulk smash!) ya que la aparición de Caiera, la sombra del Emperador, y el lazo que los une, nos brinda unos memorables momentos. Recomiendo ver al grupo de rebeldes de Hulk como un todo, tanto la pareja de Elloe y Miek como la de Hiroim y Korg son dignos de tomar en cuenta. La primera pareja nos acerca a un tema recurrente en cada conflicto bélico como lo es la intolerancia entre razas, credos y similares. El deseo de venganza del oprimido y la (im)posibilidad de coexistencia entre seres distintos. Llamo la atención a la solución que propone Hulk a la pelea entre ambos personajes, sin lugar a dudas uno de los momentos más sólidos de esta serie. La segunda pareja por el contrario nos brinda un matiz distinto, la empatía entre hermanos de guerra, la construcción de un sueño juntos sin importar las diferencias. De esta manera, reitero que este grupo de personajes debe ser entendido en su conjunto para apreciarlos en toda su dimensión.
Finalmente, Planet Hulk es una muy buena serie de Marvel, quizá no muy original pero sí llena de emociones bien trabajadas. El arte es bueno, la historia de la misma manera y mantiene la atención del lector en todo momento. El final de esta serie es de lo mejor y prepara de gran manera la continuación, World War Hulk, la Guerra Mundial que traerá de regreso al monstruo verde a la Tierra a masacrar a los Illuminati y a todos los que se crucen en su camino. Vamos, quien va a estar de buen humor si destruyen un mundo donde eres un rey, matan a tus amigos, a tu esposa y a tu hijo no nacido. Hey Hulk, yo no fui, eh?
Suave que está asado!
Historia: 8/10
Arte: 7/10
BZ rating: 7.5/10
Tags: Hulk Marvel Comics Illuminati Iron Man Fantastic Four Black Bolt
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