viernes, 12 de abril de 2013

The Divide

De los trabajos de Xavier Gens, había visto la cumplidora pero nada especial Hitman (2007) y luego la muy interesante aunque no tan original Frontière(s) (2007). En esta última, aún cargando la evidente herencia de The Texas Chain Saw Massacre, Gens logra sobre claves de horror encontrar una voz propia al poner sobre el tapete la crisis de una sociedad enfrentada a sí misma, por la xenofobia e intolerancia racial y cultural. Es claro la huella que dejó los conflictos en los banlieues parisinos del 2005 para que Gens nos entregue una obra de horror, pero horror humano y de odio hacia el diferente. Frontière(s) fue de cierto modo, una manera de rescatar a este director y ponerle más atención a sus futuros trabajos.

Así, llegamos a The Divide (2011), la cual nos habla de una Nueva York víctima de un ataque nuclear. Como frente a la muerte, dicen que el tiempo se alarga, eso da tiempo para que en un edificio un puñado de individuos tenga el tiempo suficiente para esconderse en el sótano de Mickey (Michael Biehn), un paranoico conserje que había construido convenientemente un bunker. Entre los sobrevivientes nos encontramos con Eva (genial performance de la siempre guapa Lauren German) y su novio, el intelectual Sam (Iván González). Además, los hermanos Josh (cumplidor Milo Ventimiglia) y Adrien (Ashton Holmes), un amigo de estos, Bobb (estremecedor Michael Eklund, de lo mejor del film), Marilyn (Rosanna Arquette) y su hija Wendi y Devlin que tiene cierta desconfianza sobre Mickey. El motivo del ataque es irrelevante. Casi toda la historia se va a desarrollar en este sótano contemplando la interacción entre los personajes así como su reacción al encierro. De hecho, este factor es su mayor virtud aunque su mayor contratiempo, ya que para poder construir o mejor dicho, destruir a los personajes, se necesita un periodo de tiempo que inexorablemente aletarga la acción. Sin embargo, debe ser tolerado y comprendido para ver el magnífico pero aterrador desenlace donde la soledad, el miedo, el hambre, la paranoia y el temor a la muerte, terminen por tirar al suelo el rostro de humanidad con el que cada uno de estos individuos había entrado a una habitación que nunca los iba a salvar de la muerte.



Comentaba que la película no explaya los motivos del ataque nuclear, aunque por un breve periodo lo intenta. Y esa es quizá la parte más floja del film, cuando hacen su aparición unos individuos en trajes radioactivos que secuestran a Wendi y a partir de una incursión de Josh, se intenta dilucidar quiénes provocaron el ataque. Pero es tan escueta la respuesta, que resulta inútil siquiera considerarla como parte del engranaje del film, que insisto, su mayor virtud es centrarse en los individuos encerrados. En una habitación que de promesa de vida se convierte en condena de muerte. Volviéndose así en un abismo sin retorno que irá despertando lo peor en ellos, dándole la vuelta a la idea sartreana que el infierno son los otros, sí, pero buena parte está en uno mismo a la espera de explotarnos en la cara. The Divide me resultó así una película extraña. De naturaleza escindida entre ser un drama o un film de horror y aunque algunos “puristas” lo nieguen, yo creo que sí tiene algo de ello, pero enfocado más en el horror de la naturaleza humana sin máscaras.

Ante la inminencia del fin, marcado por la imposibilidad de escapar de la habitación, la lenta muerte por radiación, el hambre y la inminente locura, Mickey comienza a racionar la comida lo que desencadena que sea traicionado por aquellos a los que él dio cobijo. Esto se convierte en el detonante de una espiral descendente para todo el grupo. Devlin que acusa a Mickey de matarlos de hambre, es asesinado por este. Josh y Bobb en represalia lo toman prisionero y a partir de tortura y mutilación, lo obligan a entregar la comida que tenía almacenada. Ya para este punto, el caos domina la situación. Marilyn que había perdido a su hija, se entrega como una suerte de esclava sexual a los depravados Bobb y Josh para ser protegida y alimentada. E incluso intenta convencer a Eva sin éxito. Eva espantada por el rumbo que todo estaba tomando, trata de buscar el refugio de su novio Sam, pero se encuentra con un tipo casi emasculado. No solo incapaz de defender a Eva de los avances de Josh que la chantajea a entregar su cuerpo por una lata de frejoles, sino que Sam incluso es rechazado por ella cuando intentan tener relaciones. Esta situación es una de las mejor trabajadas en el film, pues inmediatamente después, Sam se pliega a Josh y Bobb, las figuras masculinas del grupo que usan a Marilyn para refrendarlo, en un intento de recobrar su presencia masculina. No obstante, es nuevamente feminizado ambos líderes.

Image and video hosting by TinyPic
Sam & Bobb. 

De cierta manera, se puede decir que el caos deconstruye. En un mundo sin el sentido tradicional que da soporte a la sociedad, lo ficticio de las convenciones sociales se cae a pedazos. Es más, hasta la misma sexualidad, vista como una etiqueta, se pone en cuestión. Y pocas películas he visto que lo hayan logrado como The Divide. El personaje de Bobb y su interacción con Marilyn y Sam son el mejor ejemplo. Bobb hace un tránsito de macho falocéntrico hacia volverse un drag queen. De abusar de Marilyn a hacerlo con Sam. Y no hay mayor explicación a ello pues ni siquiera podría argumentarse maldad. Bobb simplemente es donde ya no existen mayores soportes a cómo seguir siendo.

Y esto me permite trazar una diferencia con una película similar aunque no tan explícita como esta. Blindness (2008), la adaptación del magnífico Ensayo sobre la Ceguera de José Saramago, tiene una escena casi idéntica con el pedido de comida cuando a la esposa del doctor se le pide sexo a cambio de alimento. La primera reacción es tildar a Gens de falta de originalidad, pero pensándolo mejor, la diferencia entre Josh y aquel “rey de la sala tres” son los motivos. El de Ceguera lo hacía por codicia pero aquí si se quiere solo se puede hablar de un mal banal. Aunque en realidad me arriesgaría a decir que ya no hay nada, ni maldad, ni venganza, ni esperanza, ni humanidad. Solo el vacío del alma.

Ante este panorama desolador, a quién podría resultarle sorpresivo el final. No quiero decir que Gens sea poco original, pero su final coincide con la idea del también francés Yannick Dahan en La Horde (2010). En la película de Dahan, su protagonista (femenina) mata al último hombre que sobrevive junto a ella a la horda de zombies. El motivo es poco claro, pero yo sentía que es porque ella había dejado de creer en un futuro posible. Mejor dicho, ya no hay futuro para el mundo como era. En este caso, nuevamente es la mujer la que sobrevive. Es la que da la espalda a la humanidad, teniendo en cuenta que esta la había traicionado a ella primero. No es gratuito que junto a Eva, los dos últimos sobrevivientes sean Mickey y Sam, cobardes, traidores y patéticos en diferentes grados, a los que Eva abandona para salvarse. Es ella la que elige vivir, es ella la última opción lógica. Eva, la madre del jardín del Edén, y la única que intentó mantener la cordura en un mundo decadente (y nuevamente masculino, de acuerdo a nuestros directores franceses) que se rindió al caos, es la última racionalidad que puede augurar algún tipo de destino.

Image and video hosting by TinyPic
El film comienza con una lágrima al ver el mundo morir. Pero el mundo moriría dos veces.

The Divide (2011) on IMDb

Tags:

2 comentarios:

  1. ¿Terminará asi nuestra sociedad? Es por eso que le tengo miedo a las cintas futurísticas.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Si el gordito Kim Jong-un u otro loco decide apretar el botoncito rojo, quién sabe...
      En lo general, es común presentar el futuro como una distopía, quizá -esto lo pienso ahora mismo sin mayor reflexión- con la esperanza de evitarla. Se plasman los miedos actuales, para que no se vuelvan futuros.

      Borrar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Síguenos, opina o sugiere temas en



Escopofilia
en Google+
Image and video hosting by TinyPic
Escopofilia
en Facebook