martes, 21 de agosto de 2012

The Dark Knight Rises

En el libro The Art and Making of The Dark Knight Trilogy, el director Christopher Nolan escribe una carta despidiéndose del superhéroe al cual estuvo ligado por los últimos 7 años. En dicha carta, Nolan confiesa que nunca planeó hacer una secuela de Batman Begins (2005) ni mucho menos llegar a una trilogía. La verdad sea dicha, más que una película (o tres en el caso de Batman) lo que Nolan ha hecho es construir una idea. La trilogía del Caballero Oscuro no trata sobre un personaje de comic, sino que es la justificación de la propia existencia de un superhéroe más allá del papel y la pantalla.


Las películas de comics (Green Lantern y Superman en DC, X-Men, Spider-Man, Iron Man, The Avengers en Marvel) por lo general se han quedado en la estética y superficie del género del que se alimentan. El gran mérito de Nolan no ha sido realizar una película adulta, oscura o compleja, sino que ha logrado lo que el resto de films del género ni siquiera se ha planteado. Esto es, problematizar la naturaleza del héroe-hombre y la relación de este con su entorno, en otras palabras, qué hace a un héroe y cómo visibilizar el impacto tanto negativo como positivo que la emergencia de este personaje podría tener en nuestra cotidianeidad y cómo alteraría nuestro orden social.

De tal manera, The Dark Knight Rises (2012) si bien tiene un mérito como unidad, termina potenciándose al pensarla como la parte de un todo, el epílogo a un ciclo en el cual Nolan concibe a un héroe que se debate entre su individualismo y su deber colectivo, y a partir del sacrificio –hecho inherente a la figura heroica- se erige como sostén de su comunidad (1). Para comprender ello, recordemos las ideas básicas de las anteriores entregas.

En Batman Begins (2005), la idea central es el desarrollo ético del héroe, convirtiéndose en aquello que su ciudad necesita. Bruce Wayne se convierte en Batman (Christian Bale) y enfrenta a la mafia local y a Ra's al Ghul (Liam Neeson), un enemigo fascista que intenta imponer un nuevo orden en Ciudad Gótica. Batman comprende que solo a partir de poner coto a su deseo de venganza (por la muerte de sus padres) a favor de la justicia, puede ser ese héroe que salve a la ciudad y rechazar la ética de Ra’s. En The Dark Knight (2008), uno de los temas básicos es el desarrollo de los lazos que el héroe, ya instaurado en el imaginario del ciudadano y la ley como tal, establece con la ciudad y sus habitantes. Esto se da en dos pasos.



En primer lugar, Batman debe demostrar cómo es un héroe y no solo un vigilante. Esto lo consigue, probando una y otra vez que frente a la ley, él si bien obra por fuera de ella, jamás se coloca por encima de esta. Al contrario, siempre se supedita a la autoridad, como el comisionado Gordon (Gary Oldman). Esta figura es básica, pues lo separa de la figura del vigilante que se coloca en la posición de “en lugar de” la ley y del villano, que busca instaurar una nueva ley. En el caso de la Liga de las Sombras, la secta de Ra’s o del Joker es la ley del caos. Y en segundo lugar, Batman es un héroe a partir del sacrificio. No solo es el sacrificar el deseo individual, (ser hombre y no un ideal; poder amar y ser más allá de la capa) a favor del deber colectivo (la necesidad de la comunidad por un héroe que supla la incapacidad de la Ley). Al final de The Dark Knight, Batman se inculpa de diversos crímenes para limpiar el nombre de sus autoridades. El sacrificio de Batman es su muerte simbólica para sostener la Historia. La historia que Gótica necesita para creer en sí misma y mantener su sentido.

Con estos temas como base de la trilogía, resulta comprensible la elección de Bane (Tom Hardy) como el villano principal de esta última entrega. Si bien Batman “murió” para permitir que la ciudad sobreviva, su sacrificio fue a medias. Un cambio cosmético en una ciudad que se resiste a corregir unos vicios que perduran, como un obsceno y salvaje capitalismo, la desigualdad social, la poca o nula representación política de las minorías, etc. Batman salvó la ciudad pero no al ciudadano. Por ello regresa la Liga, para terminar el trabajo que empezó Ra’s ahora con Bane a la cabeza. Él, como la mayoría de grandes enemigos que ha enfrentado Batman en el universo de Nolan, es pura maldad e irracionalidad, el Caos hecho carne. Características que quedan en evidencia cuando el empresario Roland Daggett (Ben Mendelsohn), quien trajo a este supuesto mercenario a Gótica en su afán de quebrar económicamente a Empresas Wayne y comprarla, se ve traicionado y asesinado por el mismo Bane, quien se burla del poder del dinero, en un gesto casi idéntico al del Joker en la película anterior.

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Toda comunidad entraña un crimen fundador. Y este siempre amenaza con volver.

El plan de Bane consiste en destruir el poder político y legal de Gótica, luego instaurar un nuevo orden respaldado por una bomba que impedía al resto del país a intervenir en la ciudad y sabotear la “rebelión” del ciudadano. La oferta de Bane a la ciudad se inscribe en esa lógica. Por supuesto, nosotros espectadores sabemos que todo es una mentira y que la inminente explosión nuclear pretende borrar a Gótica del mapa funcione o no este orden, pero dentro del discurso lógico de la película, calza perfectamente. Bane desnuda la mentira de Harvey Dent/Dos Caras y lo muestra como un asesino, con ello, derrumbando la historia oficial y develando la inconsistencia de la Ley. Insta a todos a rechazarla, a renegar de ella y optar por una nueva. Esto es, el Caos como una nueva ley dentro de Ciudad Gótica. Por supuesto, esto amenaza al ciudadano promedio, la clase política y otros representantes de la legalidad (la policía), pero encuentra asidero entre los excluidos, los pobres, las prostitutas, los delincuentes y otros personajes que antes no habían sido visibilizados. Aquellos que a pesar del primer sacrificio de Batman, no llegaron a ser inscritos en la imagen oficial de Gótica. Esto gracias a personajes como Dagget, símbolo del rostro más perverso y deshumanizado de lo económico, cuya muerte el film la representa casi necesaria y reivindicadora. Es notable la capacidad de Nolan por identificar los problemas de la época y cómo inscribirlos en un producto de consumo masivo, pues sin mayor trabajo uno puede encontrar los paralelos con el movimiento de los indignados ante el fracaso de las élites dirigentes y su responsabilidad ante la comunidad.

Este es el mundo de Batman, quien ante la amenaza de Bane a la ciudad debe salir de su retiro y regresar para hacerle frente. Su mayordomo Alfred (Michael Caine) inmediatamente reconoce cuál es el error que está cometiendo el héroe y es que sigue insistiendo en su cruzada personal, en el sacrificio que esta vez no terminará sólo en la muerte simbólica sino en la física. La preocupación de Alfred no pasa exclusivamente por salvarle la vida a Bruce Wayne. Alfred quiere decirle que existe una vida para el hombre más allá del deber. El deber no es una carga ominosa si puede delegarlo o compartirlo, pero también trata de demostrarle que ante la potencialidad destructora del caos, un hombre no puede hacerle frente solo. Esto se ve refrendado en una conversación entre Bruce Wayne y Miranda Tate/Talia al Ghul (Marion Cotillard) sobre la viabilidad de un proyecto nuclear para dar energía limpia a la ciudad, a pesar de la dudas de Wayne sobre si Gótica estaba lista para ella. Miranda le dice a Bruce que si desea salvar el mundo, debería empezar a confiar en este. Bruce por supuesto no lo hace, y le responde “no, pero yo confío en ti”. La importancia de esta conversación radica en un tema en el que Nolan ha insistido en las tres películas y es la disyuntiva entre el aislamiento y ser parte de un todo (social). Bruce aprendió esa diferencia el día del juicio del asesino de sus padres, cuando él intentó acabar con él (pero los mafiosos lo mataron antes) y la mujer que él amó, Rachel Dawes, lo abofeteó como una suerte de retorno del deber paterno: Venganza no es justicia. Uno debe aprender a ser parte de un todo, someterse a las reglas, ser y crear comunidad. Eso lo aprenden tanto Batman como Ciudad Gótica en esta película.

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Del acto de uno, al acto de todos

En el arco final de la película, Ciudad Gótica está a merced de la ley marcial de Bane y a puertas del exterminio nuclear. La policía ha sido diezmada, se llevan a cabo juicios sumarios contra cualquier disidente, los habitantes se mueren de miedo y Batman ha desaparecido al haber sido derrotado por Bane. Pero Batman se levanta, y con él, toda la ciudad. Todos son parte de la reconquista de Gótica, todos toman un rol activo en derrotar al caos, ergo, todos son héroes. Esto es precisamente lo que Alfred le había pedido a Bruce y que él no entendió en The Dark Knight. Bruce pensó que podía dejar de ser Batman, si alguien más aparecía para hacer su trabajo sin necesidad de una máscara, ergo, Harvey Dent. No obstante, esta lectura era continuar un ciclo de heroicidad singular. Un individuo frente al mundo. La opción de este film, es que el ciudadano aprenda a hacer suyo ese rol. Como en la política, ser comunidad no significa encerrarse y dejar que otros actúen por nosotros, sino rescatar la potencialidad transformadora de la acción de todo individuo. Por ello cobra relevancia el acto del héroe común que nos ha dado Nolan a lo largo de los tres films: el comisionado Gordon. Él tiene dos diálogos fundamentales, el primero con el subcomisionado Peter Foley (Matthew Modine) que estaba escondido en su casa y detrás de su esposa al cual insta a salir y enfrentarse al caos; y el segundo con el agente John Robin Blake (Joseph Gordon-Levitt) cuando la bomba va a estallar y saben que no recibirán ayuda de su gobierno. Lo que Gordon le dice, es que solo pueden arreglar esa situación desde dentro de la ciudad. Es la acción o la pasividad de la muerte.

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Ciudad Gótica es para Gótica

Así, los ciudadanos ya no se identifican con Batman solo en el plano simbólico (como los disfraces de los imitadores en The Dark Knight), sino desde la acción en defensa de su ciudad. El ciudadano, sea policía, los huérfanos, la gente común, todos encuentran representación en el discurso oficial. Pero no en el sentido que planteaba Bane, la revolución del caos, sino en la que propone Batman, tomarla para sí mismos y todos ser héroes. Si bien sabemos que la revolución de Bane es solo una broma cruel pues de todas maneras todos estaban condenados a muerte, vale la pena resaltarse como opuesta a Batman por un motivo. El caos que promulga Bane como nuevo orden, no es más que un simulacro de revolución y un espectáculo de cambio. Pero en realidad, mantiene las mismas estructuras que dice cambiar. Se sigue bajo los mismos marcos de opresión y desigualdad, en este caso magistralmente performados en los juicios llevados a cabo por el Dr. Crane/Espantapájaros (Cillian Murphy). En las tres películas se discutió la disyuntiva entre la venganza, como un goce solipsista, y la justicia que es someternos a la voluntad de una autoridad superior, y esa es el primer dilema por el cual Bruce/Batman tuvo que pasar para ser el héroe. Así también la ciudad ahora en las cortes de Crane llevan a cabo esa parodia, un espectáculo perverso de venganza de los “oprimidos”. Pero la propuesta de Batman es más interesante, el cambio en Gótica se hace ya no desde las estructuras sino desde los sujetos, es a ellos a los que hay que transformar. No es gratuito que Nolan muestre que la amenaza a la ciudad se oculte en los desagües, pues Gótica se estaba condenando, se estaba pudriendo desde sus bases. Batman ya no debía cambiar solo el marco legal, tenía que apuntar a transformar a los habitantes. La escena que mejor grafica esa decisión, es cuando Batman ha regresado a Gótica, formula su plan con diversos colaboradores, entre ellos está Gatúbela/Selina Kyle (Anne Hathaway), para evitar que la explosión nuclear destruya Gótica. Ante la posibilidad de una muerte segura, ella le dice: "Ven conmigo, sálvate a ti mismo. A esta ciudad no le debes nada, ya lo has dado todo". A lo que Batman replica: "Aún no, no todo".

Esta conversación es el corolario ideal para la figura del héroe. Aquel escindido entre la singularidad de su querer y la pesada carga de su deber. Pero Batman aún no ha dado todo, falta ese último sacrificio. Mientras cualquier mortal, como Dent lo hizo antes, sucumbiría ante el goce y la elección de vida, el héroe jamás debe ceder y no hacer lo que se espera de él. Así, Batman no renuncia al deber, sino que lo lleva al máximo hasta el último sacrificio consciente que ya llegado el momento en el que el fin de Batman ya no es el fin de su ciudad, que ahora cualquiera puede hacer algo por ella. Christopher Nolan apuesta a algo que los comics jamás podrían hacer y es pensar un escenario en el cual Batman logre lo imposible. Es decir, delegar el deber de uno al deber de todos. Y con ello, recuperar al hombre detrás de la máscara. Como se observa al final de la película, Alfred contempla complacido que Bruce encuentra la felicidad junto a Selina. En una sonrisa en donde ambos admiten que finalmente lo han logrado. Y es que parafraseando a Harvey Dent, Batman murió siendo un héroe pero vivió lo suficiente para recuperar a Bruce Wayne.

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El héroe y el hombre


(1) Un desarrollo más completo de esta idea así como el héroe visto como un suplemento no-obsceno de la ley, se encuentra en La pantalla detrás del mundo. Las ficciones fundamentales de Hollywood. (2012) pgs. 354-366.


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6 comentarios:

  1. Muy buen review, chévere poder hacerlo de la trilogía entera y no sólo de la última, esto permite ir dando saltos de una a otra como partes de la misma vereda. Hay un par de puntos en los que discrepo levemente, o quizás no discrepo, pero entendí chueco tu relato. La visión de Ras y de Bane o Talia no me parece que fuese llevar a la ciudad al chaos. Segun mi interpretación lo que ellos quieren es algo mas complejo, y por demás noble. Ellos quieren castigar a una sociedad corrompida y corrupta y sentar las bases para la creación de una sociedad completamente nueva con la destrucción de la anterior. Es decir que para ellos el chaos no es el final, sino un instrumento catalizador que los lleve a la autodestrucción de Gotham por ella misma, que la decadencia de esta ciudad sea tan severa y notoria, que sus propositos no solo parezcan necesarios para ellos mismos, sino que todo ser humano observe esta destrucción planteada por ellos como un acto de salvación, mas que como un acto de destrucción. Es por esto que la bomba juega un rol tan escencial, no es a mi parecer un simple engano de loco, como lo sería por parte del Joker del infinitamente genial Heath Ledger. Es la salvación, es la desparasitación, es en otras palabras la antibiosis de un organismo infectado hasta sus mas recónditos rincones. Y si me atrevo a decir que este propósito tiene algo de noble, es quizás porque al venir del campo de la medicina sé que en ocasiones la erradicación es un método ultimativo de contención de un mal mayor. Asi por ejemplo fue que se pudo contener la rabia, peste o scrapie, entre otros sórdidos capitulos de la historia de la medicina.
    Este chaos al que haces mención me parece que es el propósito del villano mas memorable de la historia del cine, y a mi parecer el mas memorable de la historia de la historia. El joker de Heath Ledger. Este personaje y este actor se merecen un articulo de blog a parte solo para ellos. El no queria un nuevo orden,no queria una limpieza, no queria ningun provecho. Este villano queria el caos, queria ver como todo ardia y que los personajes de esta obra macabra de teatro improvisen desde sus rincones mas oscuros los guiones mas morbidos para él mismo ser el espectador de sus propios fuegos artificiales. Y por qué? Supuestamente, y porque asi me lo transmitió el gran Heath Ledger -porque le da la gana-. Cierto es que brindaste mas lineas de tu crítica a Dent que al Joker, y quizás porque con la trágica muerte del genial actor se truncó toda mención o referencia a su personaje en la tercera entrega. Seguramente por esto el papel de Dent trascendió mas que el del Joker al final.
    Otro punto que me pareció no encontrar mención en tu review, es que si bien Nolan nos entrega la historia del heroe creible, plausible y humana, nos da tambien villanos que podrian ser nuestros vecinos o hasta nosotros mismos. Quizás pocas personas comunes y corrientes lleguemos a los extremos de querer destruir una ciudad entera, pero las historias de estos personajes están muy bien relatadas al punto de parecernos hasta entendibles o incluso empáticas, como la de Bane en mi caso. Y otra vez es aquí Joker la excepción. Este no tiene un curriculum vitae, un expediente ni un pasado, este es simplemente un orate poderoso. Y quizás en eso se base su peligrosidad e invulnerabilidad. Si bien Batman tiene gente a su alrededor a quien proteger, el Joker es solo destrucción y morbo en un cuerpo humano, sin origenes por donde buscar su lado vulnerable.
    Ojalá Schumacher haya ido al cine para que se entere de una vez como se hacen las cosas.

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    1. Schumacher ya tiene un lugar bien ganado en el infierno por haberle prestado más atención a los pezones de Batman que al plot de su película...

      Pero bueno, trato de responderte. Primero que coincido totalmente con la idea del caos que mencionas. En este juego de referencias y detalles tan bien planeados que hace Nolan en todas sus películas, también se toma un tiempo para dejarnos pensar acerca del fin como un inicio. La Liga (Ra's, Bane, Talia) planean eso para Gótica, a través del fuego, de crisis económicas, de gasear la ciudad hasta llegar a la opción nuclear. En el plano más individual, es lo que busca Gatúbela también, ese "fresh start" que le permita salvarse. Yo entiendo ello, pero debemos convenir que una cosa es sacrificar partes de un organismo infectado para que algo sobreviva y justamente pueda empezar de nuevo y otra es nukear todo y sanseacabó. En fin, esos son detalles.

      El punto es que para no complicar mucho la interpretación, llamo caos a toda posición radicalmente opuesta al orden, que es la ley, lo que hay. El orden es por supuesto, inherentemente imperfecto y por ello siempre va a flaquear. No lo puse en la reseña, pero para mí es básico el final de la peli y cómo aparece Robin (asumo que está inspirado en Dick Grayson y si siguiese este universo se volvería Nightwing o quizá Batman) porque significa que a pesar de todo, la Ley seguirá fallando y seguirá necesitando a alguien que la apoye, a ese suplemento que es el héroe.

      Y es verdad, no toco mucho al Joker, porque para mí es un personaje de otro nivel. Él está más allá de lo político, como sí lo están Dos Caras, Ra's, bueno, todo el resto. El Joker de Nolan es pulsión pura, es maldad. Sin historia, sin background, sin motivos, es lo que es y hace lo que hace simplemente porque quiere y puede hacerlo. Es lo paja de él. Pero también hace complicado agarrarlo. Como leí hace poco, uno no debe comprender, solo interpretar. La galería de villanos de Batman, hacen de él un gran héroe. Creo que de todos los personajes de comic, es quien posee la variedad más rica de enemigos. Y todos provienen de la negatividad del ser humano, el odio, la locura, lo animal (Killer Croc), la envidia (Hush), el amor (Freeze), etc.. Ahora Nolan se va para Superman, le tengo una fe tremenda que le hará justicia.

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  2. Buena ahi, ese joker es ridículamente genial. Y la verdad lo que pasó es para que todo el mundo esté furioso con Heath Ledger por dejarnos sin su talento.
    Esa ultima oración tuya si despertó el esceptisismo en mi. Nolan se fue para superman, pero como productor, y segun tengo entendido su tarea va a ser dar plata, ir a fiestas y ver de vez en cuando cortes o avances. A menos claro, que el director sea su chupamedias o su practicante. Por lo que vi del unico trailer que ha salido hasta ahora si me parece algo nolanesco, será porque Nolan en serio pone ahi sus manos? o será porque Batman se convirtió en la nueva tasa medidora de peliculas de superheroes (para lo cual habria que mencionar bodrios como thor, spiderman 3 o cptn america que no lograron la medida, es mas, no llegaron ni a la cocina en que se realiza dicha medición). Bueno sea como sea me parece un cambio positivo. Dado el hecho que este director es el responsable de watchmen, creo que no comparto tu gran optimismo, pero tampoco parto de la idea de tener que renegar por haber pagado la entrada (o el dvd en todo caso).

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    1. Bueno, es que la línea de Marvel es eminentemente trasladar la estética del comic al cine. No pretenden horadar la realidad con la aparición del héroe. El caso más claro es The Avengers, película que me gustó, pero como entretenimiento puro, no como un producto cultural que me deje ese algo más. En "The Avengers", o "Iron Man 2" cuando Tony Stark habla que ha privatizado la paz mundial, no se cuestiona el poder del héroe. Claro, hay una sospecha ligera hacia ellos, están los militares (casi siempre impotentes) o los políticos pero solo son un paisaje más no actores reales que generan una tensión real entre estos individuos y el mundo. "The Amazing Spider-Man" es un caso distinto, para mí una de las mejores películas de Marvel, intentó empujar un poco más el tema. Se quedó por detrás de lo que ha hecho la saga de Batman en ese sentido, pero al menos es un paso más fuera de solo la superficie de diversión del superhéroe. No creo que Batman sea una línea a seguir por el resto de películas del género, quizá para Superman pueda serlo, pero no para la siguiente Capitan America, Thor o Avengers 2, ellos están dando otra cosa.

      PD: me olvidé de X-Men Legacy, otra que también me encantó X-Men: First Class

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  3. Claro, pero recordemos que X-Men first Class nos llevó a los orígenes de Magneto, su odio, su sed de venganza, nos llevó a la comprensión de su filosofía y la magistral actuación de Fassbender fue la cereza sobre el helado. Tambien nos brindó la amistad de este personaje con el entranable Xavier, el comienzo de este y su relación con Mistique, etc etc. Me has hecho recordar una buena. Quizás no sea como para llamarla "nolanesca", pero si mejor que por ejemplo spiderman 3 o la lamentable Wolverine Origins que solo sirvió para ver posar a Wolverine y que nos muestre sus triceps. Digamos que en todos bandos hay buenas y lamentables, la DC nos dió por ejemplo un linterna verde algo ligerito y un par de schumachereadas que ya cansa mencionar. Mientras que Marvel nos mandó algunas que si no eres acérrimo de sus comics vas a querer ir a pegarle al boletero del cine.

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    1. Y pagué dos entradas para ver Wolverine Origins.... :/ estafa total.

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