lunes, 4 de marzo de 2013

Django Unchained


A estas alturas del partido, los seguidores de Quentin Tarantino sabemos que su obra se basa en la reconstrucción y actualización de los géneros cinematográficos. Tanto el cine de mafiosos (Pulp Fiction), blaxspotation (Jackie Brown), artes marciales (Kill Bill), slasher (Death Proof), y el de nazis (Inglorius Bastards) han sido reformulados por el director estadounidense. En dichas cintas los personajes subalternos adquieren un protagonismo que huele a venganza contra el género y la sociedad misma. Django Unchained no escapa a la propuesta ya exhibida por el director.La cinta empieza con las señales propias de un western. Un solitario ajeno al lugar, el dr. King Schultz (Christoph Waltz), llega para imponer justicia donde las autoridades no pueden hacerlo. Schultz, pese a no ser estadounidense, sigue la tradición de los personajes que ya hemos visto en las cintas de este tipo. Es un duro, de gatillo fácil pero con un corazón de oro. No dudará en dejar de pensar en su beneficio con tal de hacer justicia.

Hasta ese momento todo bien, sigue los requisitos del western. Sin embargo, hay un pequeño problema: el cazarrecompensas austríaco no es el héroe de la película.Lo que veremos entonces es un giro en la fórmula básica del western. Ya no veremos a un personaje extranjero imponiendo la ley sino todo lo contrario. Ahora uno natural de la zona y con un papel absolutamente subalterno, el esclavo negro Django (Jamie Foxx), será el protagonista. Y la otra gran diferencia es que este héroe en vez de buscar hacer cumplir la ley lo que quiere es quebrantarla. La verdadera misión de este personaje, que es la misma de Tarantino en el cine, es la de reformular el sistema. El personaje subalterno hará justicia pero no a través de la ley sino de la venganza.

Entonces lo que la película nos ofrece es un proceso de aprendizaje en el que el héroe de antaño asume el papel de un padre que prepara al hijo para romper sus cadenas con el pasado. Veremos entonces a Schultz asignándole un apellido (nombre del padre) a su pupilo acorde a su nueva condición (Freeman), dándole las armas necesarias -para salir del Edipo- y adiestrándolo en el uso de ellas. Son bastante claras las secuencias en las que Django es presentado como un niño al que hay que enseñarle a ser hombre. Las primeras ropas que el héroes escoge le dan la apariencia de un infante y la actitud que asume al escuchar la leyenda de "El tesoro de los Nibelungos" se asemeja a la de un niño escuchando a su papá. Asimismo, todo ese entrenamiento lo ayudará a estar preparado para cumplir con su tarea: rescatar a su esposa Broomhilda (Kerry Washington). Será pues a través de la recuperación del vínculo como el héroe podrá abandonar el Edipo y ser un hombre.




Es gracias a ese aprendizaje que Django hará la diferencia en Candyland, una finca cuyo nombre nos hace pensar en un lugar habitado por niños atrapados en el narcisismo. Dicho lugar es gobernado por Calvin Candie (Leonardo de Caprio) un cuarentón que nos da varias señales de que su conducta es la de un niño egoísta. El villano está atrapado en la omnipotencia y por esa razón utiliza a sus esclavos como juguetes que le brindan diversión en luchas a muerte. Otra señal de su infantilismo es su ausencia de falo. Siempre está rodeado de esclavos y matones que lo exhimen de tener que empuñar pistolas. En su mundo no es necesario recurrir al falo ya que lo tienen otros que cumplen con sus caprichos. Las mujeres tampoco parecen interesarle, la única que tiene cerca es su hermana viuda y también infantilizada. Es pues el antagonista ideal del maduro Django Freeman.

Es en la finca donde el héroe confrontará a Candie y los demás "niños" de la finca. Decimos que hay más de un niño porque los esclavos del lugar están lejos de ser hombres.  El máximo exponente es Stephen (Samuel Jackson). Este es un personaje que no tiene apellido y que está fuertemente atado a Candie. Hace pucheros y desprecia a Django porque es el hombre que él no puede ser. No ha tenido un padre que lo ayudara a liberarse y por eso como venganza denuncia a Django y a Schultz, el padre de su rival.

Lo que nos despara el final de la cinta es la confirmación del proceso de crecimiento de Django. Ese proceso parte de la muerte de su padre adoptivo. Ya hemos señalado que lo que representa Schultz es al héroe de los westerns del pasado. Él es un personaje capaz de imponer justicia en los lugares donde no la hay. Sin embargo, ese tipo de salvador ya no funciona en el mundo de Tarantino. Schultz sirve como padre pero no como el salvador capaz de desafiar al sistema. Por eso al haber cumplido con su misión de adiestrar al verdadero héroe se sacrifica matando al infante narcisista. Es solo después de la muerte de su padre que Django ya es capaz de superarlo. En vez de empuñar una pistola, toma dos. Con las primeras balas sirven para destruir lo más evidente de un sistema atado al pasado y al narcisismo infantil (los blancos racistas) y las de la otra pistola para eliminar lo más profundo (los negros sumisos) que es lo que está en su propia piel. Con esos dos falos personaje subalterno conseguirá cumplir su tarea: alcanzar el vínculo.

Como vemos, Tarantino nuevamente reconstruye un género al darle una nueva misión al héroe del western. No imparte justicia sino que pone en evidencia los vacíos de las leyes y propone cambios. Este es un héroe que pese a que parece absolutamente  individualista -estaría más preocupado en recuperar a su mujer que en darle agencia a los miembros de su raza- sí propone duros cambios en el sistema -le dice a Stephen que él es equivalente a Jesús el Salvador-. Y también vemos que su reactualización del western no implica una destrucción de la tradición del mismo. Al apoyarse en una figura paterna -tan ausente en su filmografía- Tarantino reconstruye el género y al mismo tiempo se venga del mismo. No parece casualidad que haya escogido ese camino si tomamos en cuenta que su progenitor (con el que nunca tuvo contacto íntimo) fue un actor de westerns. 



Agradecemos la colaboración de
 Bruno Rivas Frias


Django Unchained (2012) on IMDb

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1 comentario:

  1. Yo siento admiración y respeto por la obra de Tarentino Con la excepcion del slasher, veo su obra como un rescate y reinvindicación de géneros despreciados en su tiempo. Django me atrae porque no cae realmente en el tema del spaghetti western,leyéndote me recordó más al western de Peckinpah.Así que es una fusion de géneros. Además espero ve a Cristoph W. de bueno. Eso va a ser un treat.

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