
En un año marcado por las terceras partes en los videojuegos, como Gears of War 3, Uncharted 3, Battlefield 3, etc., había uno que esperaba con bastantes expectativas. Call of Duty: MW3 venía a dar un punto final a una serie que dio un nuevo aire a los juegos de tiros en primera persona (FPS) no solo al situarlos en un contexto contemporáneo, sino que le brindaba una historia muy bien trabajada. A mi amigo Christian le preguntamos qué opinaba de Gears of War 3, y básicamente el concepto es que la novedad de los gráficos va gastándose y la historia, pues es tan olvidable que simplemente la saltó. Quizá eso siempre fue un punto a favor de Modern Warfare, que le permitía sobresalir sobre juegos como Medal of Honor o Bulletstorm.