En un año marcado por las terceras partes en los videojuegos, como Gears of War 3, Uncharted 3, Battlefield 3, etc., había uno que esperaba con bastantes expectativas. Call of Duty: MW3 venía a dar un punto final a una serie que dio un nuevo aire a los juegos de tiros en primera persona (FPS) no solo al situarlos en un contexto contemporáneo, sino que le brindaba una historia muy bien trabajada. A mi amigo Christian le preguntamos qué opinaba de Gears of War 3, y básicamente el concepto es que la novedad de los gráficos va gastándose y la historia, pues es tan olvidable que simplemente la saltó. Quizá eso siempre fue un punto a favor de Modern Warfare, que le permitía sobresalir sobre juegos como Medal of Honor o Bulletstorm.
Luego de terminar el juego y estar un par de semanas explorándolo en el modo en línea, finalmente siento que MW3 no me ha decepcionado. Es verdad, no siento el impacto de su predecesor, en cuanto a historia, gráficos, etc., pero tampoco estoy en el extremo de decir que esto es un DLC de MW2. Todo lo contrario, creo que este juego ha dado el final merecido a la saga y ha demostrado que cuando Activision se lo propone, puede sacar un buen juego y no solo una maquinita de hacer dinero (lo siento Black Ops).
Retomando la historia, luego de la invasión rusa a Estados Unidos y que John Price y John MacTavish asesinaran en Afganistán al traidor General Shepherd, Vladamir Makarov lanza su contraofensiva para acabar con ambos protagonistas, al mismo tiempo que pone en marcha su plan para atacar Europa, tanto con ataques terroristas usando armas químicas así como con una invasión total del ejército ruso. Por otro lado, el ejército americano libera la costa este y al expulsar a los rusos de su territorio le permite atacar al ejército rojo en Francia y Alemania. Así, la guerra es total y en varios frentes, sin perder de foco el protagonismo de Price como de Makarov que va a terminar en el esperado enfrentamiento final entre ambos y con ello, el desenlace de la guerra.
Pirotecnia y acción sin respiro alrededor del mundo
Si bien, siento que el ritmo narrativo es aún más vertiginoso que en las entregas anteriores y por momentos abusa de las explosiones hasta hacerlas previsibles, no quita que los personajes tengan espacio para desarrollarse, sobre todo con el personaje central del juego que es el capitán Price. Es decir, aquí no tengo la sensación de estar manejando a personajes unidimensionales, que se dejan llevar por la acción en pantalla. Todo lo contrario, aún mantienen esa característica compleja en su construcción, no tanto como en MW2 es verdad, que les brinda una identidad propia. Visualmente sigue siendo atractivo lo que Modern Warfare ofrece. Debo admitir que en la misión de Paris por momentos olvidaba la misión para observar la calidad de detalles en la recreación de la Torre Eiffel y la destrucción de los Campos Elíseos. Lo mismo en Nueva York, Hamburgo o Praga, sin lugar a dudas, es uno de los principales puntos a favor del juego. Lástima que yo no siento lo mismo respecto a su música. El trabajo del compositor Hans Zimmer para Modern Warfare 2 es simplemente sublime, con piezas que se quedan en tu mente identificando lugares, facciones, estados de ánimo. Pero en esta ocasión, el trabajo de Brian Tyler siento que no logra el mismo efecto. Claro, este es un comentario totalmente subjetivo pero no advierto ningún tipo de aporte de la música a que el jugador se integre a lo que pasa en pantalla.
Juego en equipo
En cuanto a la mecánica del juego, se podría decir que se decidió trabajar sobre seguro. Sin mayor tipo de innovación, que hace años espero el sistema de cobertura, al menos se puede decir que el jugador se va a familiarizar de inmediato. El gran cambo de MW3 viene en haber revitalizado su sistema de multijugador. Por un lado, agradezco que hayan repuesto las Operaciones Especiales que permiten jugar con un amigo en línea o fuera de ella. Aquí se revisan algunas misiones del juego, pero a veces desde otra perspectiva lo que provoca una sensación totalmente nueva a lo que ya viviste. Por ejemplo, si en el modo campaña debes defender al presidente ruso de unos terroristas, en las Operaciones, tomas el papel inverso. El otro modo de juego, es el de Sobrevivencia. Si bien se puede jugar solo, sigo prefiriéndolo en compañía de alguien para hacerlo más divertido. La idea es simple, soportar hasta donde puedas olas de enemigos. Milicia, soldados, perros de ataque, soldados suicidas, helicópteros y todo lo que puedas imaginar tratando de eliminarte. Definitivamente un modo de juego que pone a prueba tus capacidades. Finalmente el modo en línea que como mencioné antes, ha sido renovado y por suerte, para bien. Ahora no solo se necesita subir de nivel como jugador, para que adquieras nuevas armas y ventajas (perks), sino que cada arma puede ser mejorada con el uso que se le dé. Además, lo que antes eran la racha de muertes (killstreaks) o cuantos enemigos podías eliminar sin morir que era premiado con un nuevo ataque, ahora han sido cambiados por la cadena de ataques (strike chain) dividida en tres paquetes: Asalto, Apoyo y Especialista. Todo esto brinda una máxima personalización para el jugador ya que permite expandir la vida del juego, sino reinventar la manera cómo uno decide jugar. Ir al ataque, a la defensa, ser un mejor jugador de equipo, jugar en solitario, etc. Y eso sin contar todos los modos de juego que existen, como los clásicos Muerte por equipo, Capturar la bandera, Buscar & destruir, Dominio, etc. así como dos nuevos modos: Muerte confirmada y Defensa en equipo.
En resumen, Modern Warfare 3 responde a las expectativas que se tenían sobre este juego. Aún cuando la capacidad de sorprender en un género tan saturado parezca llegar al límite, MW vuelve a dar en el clavo para seguir siendo una referencia. Sobre todo la experiencia de multijugador, competitivo pero fácilmente adaptable una vez que conozcas de todas las opciones de juego, qué es lo que mejor va contigo. Los modos de prestigio, la capacidad de personalización, la gran cantidad de modos de juego, permiten darle una larga vida al título sin llegar al hartazgo, cosa que sí me sucedió con Medal of Honor por ejemplo. Por tanto, MW3 sigue siendo mi FPS preferido y un título que no puede faltar en una buena colección de juegos.
Luego de terminar el juego y estar un par de semanas explorándolo en el modo en línea, finalmente siento que MW3 no me ha decepcionado. Es verdad, no siento el impacto de su predecesor, en cuanto a historia, gráficos, etc., pero tampoco estoy en el extremo de decir que esto es un DLC de MW2. Todo lo contrario, creo que este juego ha dado el final merecido a la saga y ha demostrado que cuando Activision se lo propone, puede sacar un buen juego y no solo una maquinita de hacer dinero (lo siento Black Ops).
Retomando la historia, luego de la invasión rusa a Estados Unidos y que John Price y John MacTavish asesinaran en Afganistán al traidor General Shepherd, Vladamir Makarov lanza su contraofensiva para acabar con ambos protagonistas, al mismo tiempo que pone en marcha su plan para atacar Europa, tanto con ataques terroristas usando armas químicas así como con una invasión total del ejército ruso. Por otro lado, el ejército americano libera la costa este y al expulsar a los rusos de su territorio le permite atacar al ejército rojo en Francia y Alemania. Así, la guerra es total y en varios frentes, sin perder de foco el protagonismo de Price como de Makarov que va a terminar en el esperado enfrentamiento final entre ambos y con ello, el desenlace de la guerra.
Pirotecnia y acción sin respiro alrededor del mundo
Si bien, siento que el ritmo narrativo es aún más vertiginoso que en las entregas anteriores y por momentos abusa de las explosiones hasta hacerlas previsibles, no quita que los personajes tengan espacio para desarrollarse, sobre todo con el personaje central del juego que es el capitán Price. Es decir, aquí no tengo la sensación de estar manejando a personajes unidimensionales, que se dejan llevar por la acción en pantalla. Todo lo contrario, aún mantienen esa característica compleja en su construcción, no tanto como en MW2 es verdad, que les brinda una identidad propia. Visualmente sigue siendo atractivo lo que Modern Warfare ofrece. Debo admitir que en la misión de Paris por momentos olvidaba la misión para observar la calidad de detalles en la recreación de la Torre Eiffel y la destrucción de los Campos Elíseos. Lo mismo en Nueva York, Hamburgo o Praga, sin lugar a dudas, es uno de los principales puntos a favor del juego. Lástima que yo no siento lo mismo respecto a su música. El trabajo del compositor Hans Zimmer para Modern Warfare 2 es simplemente sublime, con piezas que se quedan en tu mente identificando lugares, facciones, estados de ánimo. Pero en esta ocasión, el trabajo de Brian Tyler siento que no logra el mismo efecto. Claro, este es un comentario totalmente subjetivo pero no advierto ningún tipo de aporte de la música a que el jugador se integre a lo que pasa en pantalla.
Juego en equipo
En cuanto a la mecánica del juego, se podría decir que se decidió trabajar sobre seguro. Sin mayor tipo de innovación, que hace años espero el sistema de cobertura, al menos se puede decir que el jugador se va a familiarizar de inmediato. El gran cambo de MW3 viene en haber revitalizado su sistema de multijugador. Por un lado, agradezco que hayan repuesto las Operaciones Especiales que permiten jugar con un amigo en línea o fuera de ella. Aquí se revisan algunas misiones del juego, pero a veces desde otra perspectiva lo que provoca una sensación totalmente nueva a lo que ya viviste. Por ejemplo, si en el modo campaña debes defender al presidente ruso de unos terroristas, en las Operaciones, tomas el papel inverso. El otro modo de juego, es el de Sobrevivencia. Si bien se puede jugar solo, sigo prefiriéndolo en compañía de alguien para hacerlo más divertido. La idea es simple, soportar hasta donde puedas olas de enemigos. Milicia, soldados, perros de ataque, soldados suicidas, helicópteros y todo lo que puedas imaginar tratando de eliminarte. Definitivamente un modo de juego que pone a prueba tus capacidades. Finalmente el modo en línea que como mencioné antes, ha sido renovado y por suerte, para bien. Ahora no solo se necesita subir de nivel como jugador, para que adquieras nuevas armas y ventajas (perks), sino que cada arma puede ser mejorada con el uso que se le dé. Además, lo que antes eran la racha de muertes (killstreaks) o cuantos enemigos podías eliminar sin morir que era premiado con un nuevo ataque, ahora han sido cambiados por la cadena de ataques (strike chain) dividida en tres paquetes: Asalto, Apoyo y Especialista. Todo esto brinda una máxima personalización para el jugador ya que permite expandir la vida del juego, sino reinventar la manera cómo uno decide jugar. Ir al ataque, a la defensa, ser un mejor jugador de equipo, jugar en solitario, etc. Y eso sin contar todos los modos de juego que existen, como los clásicos Muerte por equipo, Capturar la bandera, Buscar & destruir, Dominio, etc. así como dos nuevos modos: Muerte confirmada y Defensa en equipo.
En resumen, Modern Warfare 3 responde a las expectativas que se tenían sobre este juego. Aún cuando la capacidad de sorprender en un género tan saturado parezca llegar al límite, MW vuelve a dar en el clavo para seguir siendo una referencia. Sobre todo la experiencia de multijugador, competitivo pero fácilmente adaptable una vez que conozcas de todas las opciones de juego, qué es lo que mejor va contigo. Los modos de prestigio, la capacidad de personalización, la gran cantidad de modos de juego, permiten darle una larga vida al título sin llegar al hartazgo, cosa que sí me sucedió con Medal of Honor por ejemplo. Por tanto, MW3 sigue siendo mi FPS preferido y un título que no puede faltar en una buena colección de juegos.
tags: Videojuegos First person shooter PlayStation 3 Call of Duty Modern Warfare
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